Figuras: Giniel De Villiers, de los tractores a ser el rey del desierto

En su sangre ya llevaba la competición. Desde niño, su padre, Smittie De Villiers lo subió a un karting (a los 4 años) y su familia organizaba competencias de tractores en la granja ubicada en Barrydale, Sudáfrica. Giniel De Villiers tuvo siempre la sangre de competición y de campeón.

A mediados de la década de 1990 su campaña deportiva tomó impulso gracias a un acuerdo con Nissan Sudáfrica. Ese vínculo le permitió sumarse al Campeonato Sudafricano de Turismo, en el que Giniel se convirtió en una verdadera estrella al lograr el título en cuatro oportunidades consecutivas entre 1997 y 2000 y en algunos casos con una supremacía que hacía sonrojar a sus rivales.
Tras un par de temporadas sin encontrar un lugar fijo donde competir, la decisión fue cambiar de especialidad y pasar de la pista a la competencias off-road. “Cuando el certamen de turismo se terminó por la falta de interés de algunos fabricantes, no tenía demasiadas opciones para continuar corriendo. Nissan me propuso hacer algo nuevo y no lo dudé ya que soy muy amante de los desafíos”, recuerda Giniel, quien enseguida se destacó al lograr en 2001 el título de campeón Sudafricano de Todo Terreno.

A partir de ese momento, Giniel tuvo la posibilidad de ingresar al Dakar: “Yo ya sabía que estaban trabajando en eso, así que ése fue otro de los motivos por los cuales acepté la propuesta. Siembre había querido ser parte de esa carrera”, admite.

Su debut dakariano fue en 2003 con un dignísimo quinto lugar. Al año siguiente terminó séptimo y en 2005 estuvo cerca de hacer podio al arribar cuarto. Tras esa última experiencia, Nissan decidió retirarse. Sin embargo, De Villiers no tardó mucho en encontrar un nuevo equipo: Volkswagen. La nueva alianza enseguida dio sus frutos gracias a la segunda ubicación lograda en 2006.

En 2007 se retrasó tras algunos problemas y llegó undécimo. Su revancha llegó en 2009, tras la cancelación de la edición del año anterior por atentados terroristas. Ahora con Sudamérica con nuevo escenario, De Villiers entró en la historia grande al ganar la competencia y ser el primer sudafricano en conseguir la victoria.

En las últimas ediciones, el sudafricano estuvo domando entre las dunas la Hilux de Toyota, la cual le dió batalla a las escuderias grandes con un tercer y segundo lugar respectivamente en los años 2012 y 2013.

Claramente De Villiers es un piloto más que candidato a quedarse con la competencia 2014. ¿Lo dejarán ganar?

FUENTE: RED BULL ARGENTINA